10 momentos incomparables en el Surf

Espiritu Aloha | jul 09, 2019

Si algo tiene el surfing es esa increíble capacidad de abstracción que nos invade cada vez que nos sumergimos en el agua. Todos tenemos un día malo y todos los que surfeamos hemos buscado cura yéndonos a la playa a hacer surf.

En efecto, el surfing está lleno de momentos. Momentos asombrosos, de calma, miedo, de adrenalina o de agitación. Momentos que hacen apasionante el hecho de adentrarse en el mar en busca de olas. ¡Repasemos algunos!

 

 

Surfing al amanecer

Aún es de noche y ya estás en la playa. No hace frío pero la helada y el traje de neopreno mojado del último surfing de ayer te hacen dar un par de escalofríos. Nada importa, sólo la motivación por ir al agua. Mientras caminas hacia la playa, empieza a clarear. Entras al agua y remas hacia el pico mientras el sol empieza a asomar por el horizonte. ¡Surfear al amanecer NO TIENE PRECIO!

Correr al agua

¿Alguna vez te has preguntado por qué los surfers siempre vamos corriendo al agua? La respuesta es simple: ¡para llegar antes a las olas! Haya buenas o haya malas. Da igual, la cuestión es satisfacer cuanto antes nuestra sed de olas. ¡Es el momento más esperado del día!

 

Surf con amigos

Ir a surfear con los colegas es maravilloso: compartir experiencias de camino a la playa, escuchar música a todo volumen, comentar la actualidad surfera, fantasear sobre maniobras y trucos… Animarse en el agua y competir por la mejor ola… Tomarse una cerveza todos juntos viendo el atardecer… ¡No tiene precio!

 

 

A solas en el pico

Sentirse en medio del océano es una sensación única. Sentarse en la tabla esperando la serie es un momento incomparable, sobre todo si tienes la suerte de estar solo en el pico. Paz, desconexión, libertad… ¡Es un estado de armonía alucinante!

Hacerse un tubo

El tubo es el premio más buscado por cualquier surfer. Lo que se siente al atravesar el interior de una ola es indescriptible. El tiempo se detiene y una suave brisa enfría tímidamente el ambiente… Un repentino olor a mar, y ese eco que recuerda al de una habitación vacía… Todas son sensaciones que difícilmente plasman en letras lo que se siente dentro de un tubo.

 

Un wipeout

El wipeout es la primera «maniobra» que aprendemos al iniciarnos en el surfing, un movimiento que nos acompañará, queramos a no, a lo largo de toda nuestra vida surfera y que se encarga de aportar emoción a nuestro surfing. Una caída en una ola grande es una situación inesperada que pone al corazón a bombear sangre como loco por todo el cuerpo, aumentando el ritmo cardíaco y haciendo que nuestro organismo segregue adrenalina.

El pato

La cuchara o el pato es la técnica que empleamos los surfers para superar las rompientes. Básicamente se trata de pasar las olas por debajo simulando al movimiento de zambullida que hacen los patos (por ello el nombre). Es un movimiento rápido que nos hace sumergirnos en el agua poco más de un par de segundos, pero lleno de percepciones sensoriales, como sentir la fuerza de la ola rompiendo sobre nosotros, todo envuelto en una situación de silencio y calma brutal. A veces parece que se detiene el tiempo…

 

 

Un extra de motivación

Como cualquier otra actividad, el surfing también puede volverse monótono. La masificación, la forma física o simplemente nuestro estado anímico pueden hacernos perder momentáneamente la motivación. Del mismo modo, existen algunas circunstancias que sorprendentemente pueden disparar nuestras ganas de surfing: ver un vídeo de tu pro favorito o la retransmisión de la última prueba de la WSL, estrenar tabla o traje de surfing o incluso saber que hay un fotógrafo en la orilla son cosas que pueden subirnos la moral surfera.

Después de surfear

Te has pegado un baño largo, el segundo del día, y estás encantado por todas las olas que has cogido pero, ¿qué hay de tu cuerpo? Esa sensación de bienestar después de surfear es incomparable. Te sientes bien, animado, motivado y feliz. Y con ganas de repetir, mañana y el resto de tus días…

 

 

El síndrome del surfer

Después de todo lo dicho anteriormente es normal que sólo pensemos en surfear. Por eso, todas las actividades que no son surfing, al final terminan siéndolo. Por eso, cuando no hay olas, es fácil que puedas vernos subidos a una tabla de stand up paddle o a un surfskate; jugando a un vídeo de surf de la videoconsola o viendo algún campeonato de surf online o vídeo de surfing en Youtube.

 

Fuente: www.redbull.com