Conexión por desconexión al viajar a La Tortuga
Recientemente realicé uno de esos viajes que tenía pendiente
en mi vida: Isla de La Tortuga.
Un paraíso terrenal en Venezuela que combina azules
en todos sus matices, con arenas blancas y aves espectaculares que le añaden una
sensación, de paz, al paisaje.
Mi destino fue “Cayo Herradura” allí los turistas
pueden dormir en yate o carpa (como fue mi caso). Acampar te permite una mayor conexión
con la naturaleza. Levantarte y pisar la arena, abrir los ojos y ver las olas, para
volverlos a cerrar en un mar de estrellas sobre ti. A pesar de que se pasa un poco más
de trabajo a la hora del baño, es paradójico y creo que necesario porque cuando volví a
mis comodidades valoré aún más el agua y los elementos “básicos” que olvidamos
agradecerle diariamente a la vida.
En La Tortuga no hay señal y aunque pensé que me
haría falta, descubrí que esa desconexión logró que me conectara más conmigo misma.
Este viaje lo hice sola y en la isla conocí personas maravillosas que luego de hacernos
amigos me confesaron que no entendían porque «andaba sola». Particularmente,
siento que la soledad es más un estado mental que un acto físico de ir acompañado con
alguien.
En mi caso, me he llegado a sentir realmente sola entre un mar de personas. Sin embargo, desde hace un tiempo, cada vez me he sentido más cómoda y feliz con mi propia compañía porque parte de mi búsqueda emocional y espiritual es tener la mejor relación con quien me acompaña las 24 horas: YO.
Abriéndome a nuevas cosas, conocí la Terapia Solar «Surya» una disciplina milenaria practicado por los Rishis, en India.
Consiste en ver fijamente el Sol, por 10 minutos, en horas del amanecer o atardecer. Haciendo el Surya te alimentas de la energía solar que ayuda al equilibrio de la vida. En mi caso fue una experiencia que nunca había vivido y me encantó. Pude apreciar el Sol desde una perspectiva reveladora y energizante. Desde un lugar mágico con nuevos amigos de la vida quienes me enseñaron sobre esta técnica.
Siento que a veces necesitamos desconectarnos del celular, las computadoras y más allá de lo material también de las emociones que estamos acostumbrados en nuestras rutinas de vida. Vale la pena viajar a lugares casi inhóspitos para encontrar una verdadera conexión con nosotros mismos.
Gracias a la agencia viajestripleaaa.com.ve por invitarme a conocer un destino que me nutrió el alma. Venezuela y el mundo entero tienen muchas maravillas naturales que están esperando por nosotros. Para que al descubrirlos, lleguemos a conocernos más a nosotros.
¡Aloha!
Fotos por Alfredo Allais de Costas de Venezuela