Buceando por la II Guerra Mundial en compañía de hermosos peces

Andreína Peñaloza | dic 01, 2016

Conocida como la capital del buceo en el Caribe, Aruba, es una opción maravillosa para hacer scuba diving y disfrutar de aguas cálidas con paisajes submarinos que te llevan a los tiempos de la II Guerra Mundial. Debido a que fue Colonia Holandesa y estuvo en el punto de mira de los alemanes, para la época.

Cuando decidí bucear fui con Red Sail Sports quienes atienden a principiantes y avanzados. Los buzos certificados por PADI (como es mi caso) pueden descubrir el barco en diferentes niveles, Open Water Diver (con un recorrido nivel 1 del barco) y Advanced (con penetraciones al barco, nivel 2). Como tengo experiencia previa pude disfrutar de uno de los naugrafios que más curiosidad me causaba recorrer “El Antilla Alemana”. Un naufragio cargado de historia y conocido como “El Barco Fantasma” debido a que  las tropas de Adolf Hitler invadieron los Países Bajos en 1940, la rivalidad entre Alemania y Holanda traspasó las fronteras europeas y llegó hasta las costas de las antiguas Antillas Holandesas. Por esta razón, hoy se encuentra desde los 25 pies de profundidad el gigantesco carguero alemán Antilla.

Su capitán Smith, prefirió hundir el barco antes que entregárselo a los holandeses, protagonizando así uno de los grandes naufragios del Caribe.

Cuando Alemania invadió Holanda, los holandeses mandaron un mensaje a todas las islas para que echaran a los alemanes. Los holandeses pidieron al capitán Smith que entregara su barco, pero éste decidió hundirlo para que no fuera usado por ellos.

Smith y su tripulación incendiaron el barco y abrieron las válvulas para conseguir que la entrada de agua fría hiciese explotar el motor. La tripulación consiguió llegar a la orilla, pero una vez en tierra fueron encarcelados por los holandeses.

Así que tras esta historia me fui a la playa de Palm Beach para esperar el bote de buzos de www.aruba-redsail.com quienes me llevaron hasta El Antilla.

La experiencia de ver el naufragio más grande del Caribe fue una sensación única y llena de adrenalina. Su belleza bajo el mar es imponente, cargado de peces ángeles, azules, langostas y gran cantidad de corales. Fue increíble recorrer la isla feliz, en sus profundidades, con una fauna y flora tan hermosa.

Aún me quedan 19 puntos de buceo por visitar y conocer 10 naufragios más. Algunos víctimas de la II Guerra Mundial y otros como: aviones, autobuses o remolcadores quienes fueron colocados estratégicamente allí para funcionar como arrecifes artificiales y destinos turísticos para buceadores.

Masha Danki Dushi!