Os gusta disfrutar de las mejores piscinas però queréis
descubrir un toque más natural? En medio del bosque, en una cala totalmente escondida de
la multitud y las cámaras turísticas o, en algún punto de las diversas rieras por todo el territorio,
encontramos pozos y piscinas naturales. Espacios, y dejadnos ser cursis, de una belleza
incomparable. Quizás porque a diferencia de algunas playas, la huella del hombre aún no
es del todo evidente. O, si lo es, está bien disimulada. Hemos hecho una selección de
nuestras piscinas naturales preferidas. ¡Disfrutadlas y sobre todo respetadlas y ayudad
a su conservación!.
La Fontcalda
La Terra Alta acoge la que quizás es la piscina natural más conocida de Cataluña. Y su nombre no es en vano: ¡sutemperatura se sitúa en los 38 grados!Situada entre las sierras de esta comarca, la Fontcaldaen realidad son sietepiscinas que se forman a partir dela llegadadel río Canaletes a un desfiladero. Tomad la carretera entreGandesay Benifallet… ¡y habréis llegado!.
Gorg Blau
Entre Oix y Montagut, en una zona bastante popular entre los amantes
de la escalada y el senderismo, encontramos el Gorg Blau. Una
cascada con una piscina natural a los pies de aguas
heladas y de un azul tan intenso que es imposible apartar
la mirada. El camino de acceso, por cierto, también vale mucho la
pena. Eso sí, aunque no es uno de los más populares de la zona, es
probable que siempre encontréis a gente. Poca, pero no estaréis
solos.
La Gorguina
¿Lugar? Baix Camp.
Concretamente entre Vilaplana y La Febró. Tendréis que
caminar más de cinco kilómetros para llegar, pero lo
vale. Y mucho. La recompensa es espectacular: una
cascada que crea una piscina natural
rodeada de rocas. ¡Una gran excursión!
Niu de l’Àliga
En el entorno natural de Alcover (Alt Camp) se
encuentra la pequeña cascada del Niu de
l’Àliga, con el agua que viene directa
del río Glorieta. En su momento, el agua servía
para mover molinos y acabó creando esta balsa
rodeada de vegetación. La prominente roca que se
eleva, a través del tiempo y del deterioro, ha
acabado originando el nombre de este entorno
natural. Se llega desde el Mas del Forés a
través de un camino tranquilo y que es ideal
para hacer en familia.
Pozos del Torrent de la Cabana
No podía faltar. Los siete pozos de
Campdevànol, cerca de Ripoll, son de
los más conocidos. Y con razón. A medida que
avanza la ruta, popularmente conocida como
‘Itinerario de los pozos de la Cabana’ y de poca
dificultad, te vas encontrando pozos con sus
correspondientes piscinas naturales. En 2015 se
aprobó una nueva normativa reguladora
medioambiental con el objetivo de salvaguardar
este espacio privilegiado y de momento, todavía
está prohibido bañarse. Eso sí, la ruta y el
paisaje vale mucho la pena.
Piscina Es Cau
De acuerdo, es una piscina artificial. ¡Pero
no nos diréis que no parece natural! Este
pequeño paraíso entra la playa Fonda y la de
Fornells, fue creado hace más de cincuenta
años por la comunidad de apartamentos del
mismo nombre y, de hecho, es privada. Eso
sí, si no fuera porque se ve claramente que el
agua procede del mar, a través de
una bomba de agua, está tan bien integrada
en el entorno que parece totalmente natural.
Pero a no ser que os alojéis allí, no os
podréis bañar. Pero vale la pena desviarse
un poco del camino de Ronda aunque solo sea
para hacer una foto porque es alucinante.
Cala Bramant
Más conocida como Cala de los
Enamorados, este pequeña cala es una
especie de cercado de mar que se
enrosca rodeando el mar y formando,
ahora así, una pequeña piscina
natural. No solo es un rincón
idílico y bastante tranquilo,
también ofrece unas vistas
alucinantes de Llançà, el Port de la
Selva e, incluso, el Cap de Creus.
Una pequeña y desconocida joya. Para
llegar es mejor ir en barca o kayac
a través de una apertura que la
enlaza con el mar, pero si os
atrevéis también podéis acceder a
pie. Con buen calzado, eso sí.
Estanques del Borró
Los cuatro estanques
escalonadas que nos ofrece
el río Borró son los puntos
donde este torrente,
mayoritariamente
subterráneo, aflora a la
superficie. Los habitantes
de Sales y los municipios
cercanos siempre han ido
durante los acalorados
veranos de la Alta Garrotxa
y el nudismo está
bastante
institucionalizado.
Para llegar, como mínimo a
las más bajas, es suficiente
con acceder a Sales y seguir
las indicaciones por la
carretera. Para acceder a la
superior y más honda,
llamada el Gorg Blau, vale
la pena hacerse un mapa de
senderismo especializado o
preguntar a los cazadores.
También podéis consultar a
algún lugareño, pero no a
todos les gusta que los
forasteros disfruten de este
paraje mágico y silencioso.
Estáis advertidos.