Kiteboarding nocturno bajo las estrellas de Tarifa





En la vida y en el deporte, siempre, me gusta tener: metas, sueños y retos que cumplir. Así considero que podemos vivir con mayor pasión y además nos da un norte mucho más claro de nuestro presente y futuro.
Navegar de noche era uno de esos check list
Lo tenía en mi lista con el Kitesurf y alcancé vivir esta aventura, recientemente en mi viaje (a la punta más al sur) de España: Tarifa. Considerado el spot más famoso y concurrido para los deportes de viento, con todos los argumentos de la ley, tuve la oportunidad de navegar más de 10 días, entre vientos de “Levante” y “Poniente”. Uno de esos días por causalidad más que casualidad conocí un personaje muy divertido “Javier Suárez” de Tarifa Air Force quien amablemente me invitó a realizar varios downwinds y muy especialmente una sesión nocturna de Kite.
Fue un día con viento de “Poniente” es decir que sopla desde el océano, hacia la orilla, es húmedo y bastante estable.
Así que fue con unos 20 nudos de viento y tras un atardecer de ensueño, cuando Javier y yo decidimos cumplir la meta de navegar bajo la luz de la luna y las luces de dos continentes.
Entramos cuando ya había bajado el sol y los atletas estaban saliendo de su sesión, en el agua. Todo en “Playa de Los Lances”, frente al Chiringuito Wave un local que ilumina bastante la arena. Allí comenzamos a navegar, con algunos puntos claros: mantenernos frente al chiringuito, esperar la luna y evitar alejarnos de la orilla.
La experiencia fue galáctica:
Fue una jornada de una hora aproximadamente donde estuve soñando despierta cada minuto. Nunca había navegado “por instinto” creo que sería la mejor forma de reseñar esta sensación. A pesar de las luces, propiamente dentro del mar tenía la visión muy limitada y debía sentir más: el cometa, la barra, las olas y el viento que nos acompañó de forma constante toda la velada.
Estuvimos esperando la luna y fue lo único que faltó, por muchas nubes que nos impidieron apreciarla pero gracias a esto ocurrió algo mágico: las estrellas.
Cuando subí la mirada para ver mi cometa a las 12 y vi que detrás de él había un montón de estrellas iluminándonos… fue alucinante.
Tras una inyección de adrenalina pura, decidimos bajar los cometas y festejar que habíamos vivido una de las mejores experiencias, de nuestras vidas, en el agua.
Por siempre estaré agradecida con: Javier, Tarifa y el viento de Poniente.
¿Te animarías a navegar de noche?
Las fotografías utilizadas son referenciales.